19 - septiembre - 2018
Muy pronto, antes de lo que pensamos, están sucediendo cosas raras en el futbol regio...
Que estén contemplando la salida de Ricardo Ferretti de Tigres para hacerse cargo de la Selección Mexicana de soccer y que la raza rayada llegue a la antesala de un Clásico desinflada, y con su equipo abucheado en las dos últimas batallas en casa.
Ferretti ya se ganó un sitio al lado de otro histórico del club, Carlos Miloc, pero nadie haría tanto por retenerlo, excepto la directiva.
Es decir, la afición no vería mal --tampoco es que ya no les guste o los haya aburrido-- que se fuera.
Digo, no iban a armar un pancho o a hacer manifestaciones para forzar a la directiva a dejarlo, es a lo que me refiero....
La raza felina como que se amoldó, se apoltronó a que su equipo juegue así... casi siempre ofreciendo poco futbol, y solo con ciertos lances de espectacularidad nacido de los botines de uno u otro de sus integrantes es que iluminan las tardes de futbol, que en el trámite formal suelen ser de carácter ordinario y hasta con tintes de precariedad.
Total, que, si se va, no le van a llorar.
Tigres podría ser otro tigre con otro entrenador, pero ni la directiva quiere, ni la afición; temen tener un equipo espectacular, avallasador, dinámico, atrevido, fuerte, aguerrido… prefieren al actual.
Y bueno por el otro lado, nadie pensaba que apenas dos o tres meses más tarde que llegó, estuvieran abucheando a Rayados y a su entrenador Diego Alonso.
Por alguna causa ese equipo no funciona.
Algo comentamos hace algunos días del diseño en el papel. Tú no haces un equipo, no contratas personas, si antes no arrastraste el lápiz para sondear condiciones, características, tipos de personas y bocetaste sobre el equipo que quieres, antes de elegir a los futbolistas. Es decir, primero haces el perfil y luego ves quién encaja en él. No impones tu esquema de juego y buscas los futbolistas que encajen en él. ¿O sí?
Los dos goles que hace Chivas hacia el final del juego del sábado pasado te muestra la ascendencia, la influencia de un personaje como Pepe Cardozo en un cuadro de jóvenes mexicanos, que creen y están convencidos que pueden decidir un juego haciendo un recorte, un quiebre y un disparo a puerta (o de palomita), luego de practicarlo a mañana y tarde en la cancha de entrenamiento.
Hoy, cerca del Clásico número quien sabe cuál, da igual qué número sea, los Rayados llegan golpeados.
Tigres llega normal, subiendo en la tabla y Rayados ahí cerca de los primeros lugares, pero sin convencer a su afición.
Esperamos sea un buen Clásico y no algo parecido al fraude (uno más) cometido por la banda del Canelo.
Lo pueden inflar los medios con entrevistas, cifras declaraciones y lo que quieran, pero podría ser igual que muchos otros, un partido cualquiera.
Lo veremos.