Rayados está confundido

20 - septiembre - 2018

"Rayados se ve confundido en la cancha porque no sabe a qué juega", le cuenta a ONCE una fuente cercana al equipo de Diego Alonso.

Llegar a dicha conclusión no es ningún secreto: lo que se ve no se puede ocultar, así de sencillo, más allá del relato optimista del entrenador en favor de lo que podría ser este Rayados en un futuro, mientras su credibilidad se consume en un presente plagado de dudas.

También lo ratificó esta semana Duilio Davino, quien habló de un proyecto a "largo plazo" y que, frente al contexto actual, recién ahora se está en proceso de sentar las bases.

En Rayados, a cambio de suturar las crisis de logros en lo inmediato, quieren refundarse futbolísticamente para cosechar más adelante y con los mismos jugadores.

El problema es que todo lo que pueda ofrecer Alonso, ahora o después, será descartable mientras no haya un título de por medio. Este es el punto medular de toda esta historia.

Si es por productividad, la época de Mohamed fue muy buena, por lo que al aficionado se le hará "natural" que Rayados sume puntos. Lo que quiere ver con Alonso es, en todo caso, que se gane lo que no se ganó con Mohamed.

Pero a diferencia del ciclo pasado, donde el grueso de los jugadores actuales carga con los fracasos de ese proceso, es que no se ve por dónde vaya a jalar Alonso para cambiarle la cara, no sólo al equipo, sino a la gente, principal catalizador popular que orilló a Mohamed a dar un paso al costado. Nunca hay que subestimar al que paga.

La clave pasa por el estilo de la gestión. Sin un patrón definido, lo que reina es esa confusión que germina en el plantel.

"En los entrenamientos, por ahí se les pide a los jugadores hacer 20 pases para llegar al área, pero después el técnico se enoja si no se tira un pelotazo. Entonces, ¿se toca o se juega en largo? ¿Se sale jugando desde abajo o hay que desprenderse del balón rápido?", agrega la fuente.

Esta situación de poca claridad conceptual sobre lo que se quiere para un equipo mejor preparado para resolver práctico que para gestionar las jugadas, provoca temores y erosiona seguridades. Tal cual se observa en los partidos.

Rayados, que en la época de Mohamed era el único equipo que levantaba a los aficionados de sus asientos por los explosivos contraataques, hoy le quitó un par de cambios a su futbol y se quedó sin aceite en las articulaciones. Se hizo más neutro y, lo que es peor, más vulnerable por su falta de reacción.