Andrea Hernández, Rayadas, Liga MX Femenil, Tito Becerra, Clausura 2020

La Chata Hernández ya fue campeona con Rayadas y a los 22 años logró propósitos soñados. "Ese día del título grité como nunca", nos contó. Quiere el Bi.

Por Juan Carlos Monroy | FOTO:

Martes 12 de mayo de 2020

Debutó hace menos de un año, en julio de 2019, justo para el torneo donde Rayadas logró su primera corona. Empezó con dificultades, pero poco a poco le fue llenando el ojo a Tito Becerra hasta quedarse con la titularidad.

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Aún y con ese crecimiento, Andrea Hernández estaba enfocada en una cosa: ganar un título. Se le dio, pero es algo que buscará repetir. "Le dije a mi mamá que quería ser campeona otra vez", le contó a ONCE.

La Chata, contención de 22 años, inició su carrera con el Toluca Femenil. Tras varias temporadas y una buena cantidad de partidos jugados, decidió cambiar de aires y firmar con Rayadas. Participó en 15 encuentros y metió dos goles. Fue una de las piezas importantes del entrenador en el camino al tan anhelado título de Liga.

Ahora con el futbol detenido y la incertidumbre sobre si podrá volver a reanudarse, para Andrea el objetivo sigue siendo el mismo: buscar el Bicampeonato. La mediocampista recordó cómo vivió su primer título como profesional y su visión de la Liga MX Femenil.

“Acabando el torneo (Apertura 2019), desde el primer entrenamiento estábamos ya con el objetivo del Bi. Nos vemos bicampeonas”, soltó con mucha seguridad.

¿Qué significa para ti Rayadas?

"Rayadas me dio la oportunidad de crecer, porque sinceramente yo estaba ya como en una zona de confort. Hay excelentes jugadoras y puedo aprender de cada una de ellas, tanto profesional como en la vida diaria. Es una institución muy grande, de muchos valores y estoy muy contenta en el club".

RÁPIDA ADAPTACIÓN

El llegar a una nueva ciudad y a un nuevo equipo siempre es difícil para una futbolista, pues tiene que conocer a sus compañeras, adaptarse al equipo y a la idea del profe. No obstante, Andrea encontró rápido su camino y en él, una dupla peligrosa.

Te entendiste muy rápido con Valeria Valdez en la mitad del campo…

“Hay una conexión mutua. En cada partido nos hablamos muchísimo y eso nos ha ayudado a que nos entendamos mucho mejor. En una jugada ella va, yo me quedo y viceversa. Igual, hablamos de cómo vimos el partido, de cómo me vio ella o qué pude hacer. En fin, hay mucha comunicación”.

¿Qué pudiste aprender de Selena Castillo?

“Es una jugadora excelente. Le aprendí mucho que debo ser paciente. Tiene buen control de balón, me daba tips dentro de la cancha y yo los hacía. Siempre demostraba ese compromiso con el equipo. Aunque éramos de la misma posición, nunca hubo temas de envidia y sí le aprendí”.

¿Qué jugadoras admiras en tu posición?

“Nicole Pérez, de Chivas, es muy buena. Karla Nieto (Pachuca) también”.

Además de los equipos regios, ¿ves a otros en crecimiento?

“León. La verdad es un muy buen equipo, con muchas ganas y es de esos que muestran el corazón que tienen. Puebla también es muy buen rival. Van creciendo, al pie del cañón. Nosotras demostramos en cada entrenamiento que vamos por el objetivo y ellas demuestran que quieren seguir peleando”.

¿Te sorprende lo que ha logrado la Liga en poco tiempo?

“Mira, el que se haya hecho una Liga Femenil ya fue muy emocionante. De hecho, yo me enteré por Facebook y a los dos días salió una convocatoria para Pachuca. Mi objetivo era quedar en un equipo y fui sin pensarlo dos veces. Desde pequeña he soñado con estar en Selección Mexicana”.

Aparte ya ganaste una Final, o sea, todo se te dio muy rápido…

“Ese día del título estaba muy feliz, contenta y satisfecha de lo que habíamos logrado. Fue una algo muy exigente para mí el acoplarme. No me adapté muy rápido, pero se me fueron dando las cosas. Al momento en que se terminó el partido estaba súper contenta, lo único que se me ocurrió fue gritar y sacar todo lo que tenía dentro. Es un gran logro para mi carrera”.

¿Qué tuvo de diferente esa Final frente a Tigres?

“La disciplina y las ganas de querer ganar. La emoción de las compañeras de ver cómo se la rompían en los entrenamientos día a día. La unión también, había mucha comunión entre las compañeras. Yo como nueva, ellas me arroparon muy bien. Somos un equipo muy unido y eso nos ayudó a salir adelante, a sacar el campeonato”.

Fotografía: Instagram @andrea_lachata

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