Martes 09 de febrero de 2021

La década está completa. El mejor Tigres de todos los tiempos -en cuanto a logros- cumplió la última meta que le faltaba en el largo camino de la internacionalización. Tanto se le reclamó la poca importancia que le daba a la Concachampions, que una vez que la ganó, fue al Mundial de Clubes e hizo historia. El elenco de Tuca Ferretti y las Finales, una relación de nunca acabar.

No importa el torneo, ni el año, ni qué tan estelar fuera el plantel. Durante los últimos 10 años, (esos que cambiaron el rumbo, las expectativas, el hambre de gloria de un club) este equipo se cansó de jugar Finales. Ganó varias, perdió otras tantas, pero ahí estuvo, con la obligación que ni a algunos de los grandes se le exigió.

Para ponerle un broche -que puede ser de oro- a la gran década, que se podría contar que arrancó con el Apertura 2011 y finalizará con el Mundial de Clubes en febrero de 2021, Tigres tiene una oportunidad única (como su estadio y su afición incomparable), para escribir el capítulo más rico en la historia del futbol mexicano.

La Final número 21, para ser precisos, de la década, la que disputarán frente al mejor equipo de la actualidad. El poderoso Bayern Múnich, ese que goleó al Barcelona de Messi, el que se comió al PSG de las estrellas y que ganó cada título que se le atravesó en su camino en la presente temporada.

Con el Tuca en el banco por tercera vez, los felinos definieron títulos de Liga, Copa y Supercopa MX; Campeón de Campeones; Finales de Concachampions (perdieron 3 y ganaron 1); de Libertadores, con aquella recordada serie con River. También formaron parte de definiciones casi amistosas, como la Campeones Cup y la Leagues Cup. Solo restaba alcanzar el máximo escalón en un Mundial de Clubes, como para darle un cierre.

Nunca, jamás en la historia, un combinado mexicano había obtenido un logro semejante. Y eso que hubo grandes equipos, con jugadores de renombre o consagrados, que ya lo habían ganado todo. Pero fue Tigres, el que dio el paso que le faltaba a México.

El equipo que tanto se criticó, el que jamás cambió su manera de jugar. A tal punto, que se volvió obsoleto y ya todos los rivales lo conocían de memoria. Sin embargo, su entrenador nunca quiso traicionarse a sí mismo y en el Mundial de Clubes demostró ser ese que tanto se pidió para la Liga MX.

Desde Santos, hasta Alebrijes. Desde River, hasta Los Ángeles FC. Vencer a Rayados en su cas,a Pumas en el Azteca, ganar una Final Navideña o sufrir en carne propia el dolor de caer ante el eterno rival, aquel a quien ya le había hecho probar el sabor amargo de la derrota. Tigres las pasó todas. Y ahí va, a enfrentarse al Bayern Múnich. El cierre que merece la década más dorada de la institución y el futbol regiomontano.

Fotografía: ONCE