Lunes 17 de mayo de 2021

El amor por la pelota a veces se hereda desde la niñez, ya sea por los colores o por la pasión de algún ser querido que detona ese sentimiento por un equipo. Así le sucedió a Natalia Villarreal, defensa de Tigres Femenil, quien de ser hincha auriazul, ahora está por vivir su Clásico Nacional Femenil número 14 como jugadora profesional.

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La dorsal 17 se volvió hincha felina gracias a su padre, Rogelio Villarreal, quien le inculcó a Nati el amor por el club. Pero como cualquier otra niña que encontró pasión por el balón, jamás se imaginó que, de asistir a la grada del Universitario, ahora ella es la protagonista en la cancha.

La lateral auriazul aprendió de Rogelio a defender los colores amarillo y azul con garra. Y por pasión no quedó. Como jugadora felina levantó tres trofeos de Liga, todos ante Rayadas, en el Derbi Nacional, porque ella más que nadie sabe el significado que tiene este partido en la ciudad.

"Desde chiquita he sido tigre. Siempre he tenido la oportunidad de ir al estadio con mi papá, es un aficionado apasionado y siempre he ido a los Clásicos desde que era chiquita, y ahora que me toca a mí jugar. Yo creo que sí se siente diferente que yo vaya a jugar en comparación de otra jugadora que a lo mejor de chiquita le iba a otro equipo", expresó Nati en 2017, en su debut en la Liga MX Femenil.

Ahora, a cuatro años de su debut como profesional, y con los fantasmas de las lesiones muy alejados, Natalia es una inamovible del cuadro de Roberto Medina. En el año futbolístico siempre fue una pieza clave.

En el Guardianes 2020 jugó 22 de 23 partidos posibles, todos en el ONCE estelar. En el actual torneo, apareció en 19 duelos, en 18 fue titular y todo parece indicar que para la Vuelta aparecerá de nuevo en la cancha, ¿verdad Beto? 

Fotografía: Tigres Femenil