Miércoles 10 de noviembre de 2021

El método que implementó Miguel Herrera en el nuevo Tigres no hubiera sido posible si no contaba con una pieza clave para el funcionamiento: Juan Pablo Vigón. El Piojo sorprendió a todos con el traspaso y el tiempo le dio la razón. Llegada a las dos áreas, goles y ovación de la gente.

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El 1 de julio, Tigres anunció la llegada del mediocampista desde Pumas, por un costo de $2.1 millones de dólares. Rápidamente, la opinión de la gente en redes sociales fue de incredulidad, porque no era de los apellidos rutilantes en el futbol mexicano. Sin embargo, el Piojo sabía que era el jugador que necesitaba para darle dinámica a su proyecto con los felinos.

El famoso volante, ese que puede defender en el área propia y tener la llegada al arco rival. Así fue como el ex Pumas convirtió 4 tantos con los felinos y consiguió su mejor marca goleadora desde que debutó en Primera División.

En un cuadro que ya tenía a sus contenciones bien definidos, con la dupla Rafael Carioca y Guido Pizarro como dueños de la mitad, Herrera sacó un conejo de la galera y le hizo un lugar a Vigón. Durante la pretemporada, tuvo un buen desempeño en los amistosos y la gente no tardó en pedirlo como titular para el comienzo del torneo.

Miguel Herrera intentó innovar con los tres en la mitad del campo, con Carioca como el ‘5’ y el Conde de ‘8’, pero su Tigres sufrió mucho el retroceso. La lesión del brasileño ante Mazatlán le ‘acomodó’ el cuadro. Con todos sanos, probó al capitán como central y de ahí no se movió. Problema resuelto.

El también ex atlista disputó los 17 partidos que jugó Tigres en el torneo, 15 de ellos como titular. Marcó los 4 tantos mencionados y se metió a la gente en el bolsillo con sus goles en el Uni. El refuerzo que llegó con pocas luces, iluminó a los auriazules y le dio una dinámica que no tenía. 

Fotografía: Mexsport