LOS ÁNGELES (ENVIADO).- Todo iba bien, era un sábado normal de entrenamiento, pero cuando iba regresando al autobús para marcharse al hotel, Marcelo Barovero se vio pintado en la pierna de un sujeto.

El Trapito se llevó una gran sorpresa cuando el aficionado del Necaxa, Juan Mendoza, lo estaba esperando para enseñarle un tatuaje de él en la pantorrilla derecha, zona que terminó por autografiar.

"También se emocionó, dijo que 'qué padre y qué grande está el tatuaje'", comentó Barovero a ONCE desde Los Ángeles.

El Ratón, como es conocido por sus amigos en la ciudad californiana, tiene grabado el escudo del club en el hombro derecho y aunque su equipo entrenaba más de una hora después junto al StubHub Center, se tomó su tiempo para ver a su ídolo.

"Cuando Necaxa volvió (a Primera División) vi una noticia donde dijeron que Barovero iba a venir. Yo dije que Barovero es demasiada pieza para un equipo que apenas viene de abajo y le dije a mi señora que si viene, yo me lo voy a tatuar", comentó.

"Él fue la pieza clave para poder triunfar en los dos primeros torneos y así poder quedarnos en la Primera División", aseguró Mendoza.

El guardameta argentino, ahora jugador del Monterrey, sólo estuvo dos años con los de Aguascalientes pero ganó un torneo de Copa MX y se convirtió en el ídolo de muchos.

Fotografía: Adrián Maldonado | ONCE