Miércoles 20 de abril de 2022

En cada plantel hay jugadores destinados a ser titulares habituales y otros a esperar su momento o funcionar como revulsivos. El Tigres de Miguel Herrera no es la excepción a la regla, adquirió un funcionamiento y cuando esa ecuación se modifica, el equipo no actúa de la misma manera.  

Por la seguidilla de encuentros, tal como había pasado hace una semana ante Querétaro, movió las piezas y les dio minutos a algunos que no lo venían teniendo, como Diego Reyes, Juan Sánchez Purata y hasta Nicolás López. El problema no fue los que ingresaron, sino los que salieron: Rafael Carioca, Jesús Angulo y Luis Quiñones.

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El equipo no funcionó como lo venía haciendo y evidenció que, cuando se modifica el plan, el rendimiento tampoco es el mismo. Necaxa se la aplicó y definió el trámite en el primer tiempo. El medio campo no funcionó y la defensa tampoco sostuvo al cuadro auriazul.

En Querétaro pasó algo parecido, con un ONCE inédito en cuanto a la ofensiva. Y que tampoco anduvo, pero lo salvó una genialidad de Yeferson Soteldo y todo quedó en el olvido.

Hay futbolistas que dejaron en claro que deben estar siempre, porque son las piezas que le dan el funcionamiento perfecto a la maquinita: Jesús Angulo, Guido Pizarro, Rafael Carioca, Florian Thauvin, Juan Pablo Vigón y Luis Quiñones. Son seis titulares casi seguros, y los demás tendrán que luchar por esos lugares que quedan.

La derrota dejó algunas cosas claras y atacó la rotación que el propio Miguel Herrera defendió en la conferencia. El plantel vasto, del que tanto habló el Piojo, no es suficiente como para armar dos cuadros titulares, tal como había declarado el DT.

Fotografía: Mexsport