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Poco a poco nacen nuevos equipos en Femenil, pero les encajan un freno de mano: no pueden competir en la Liga. ¿Por qué?

Por Gilberto Galván | FOTO:

Lunes 29 de agosto de 2022

Todo parece ser color de rosa en lo poco que lleva la Liga MX Femenil, pero como en todo iceberg, solo se observa la punta y nadie ve lo que está en las profundidades. Clubes como Leones Negros de la UdeG, Atlético Morelia, Alebrijes de Oaxaca, Correcaminos, Mineros de Zacatecas y, recientemente, Venados, ostentan un equipo femenino, algunos con estructuras de Fuerzas Básicas y apoyados por una universidad. Sin embargo, parece que están borrados del mapa.

El conjunto de Mérida anunció hace un par de días su estructura femenil. Además de la captación de talento que realizarán en las próximas semanas para complementar a los elementos que ya conforman su Primer Equipo. Al igual que los demás nombrados, Venadas estará destinada a competir en torneos regionales o nacionales por invitación, pues sin ascenso y/o descenso en México, no aspiran a estar en la élite de los campeonatos aztecas.

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¿Por qué pasa esto? En el reglamento de competencia, tanto de la Liga MX como de la Expansión, no viene explícitamente qué onda con el club femenino en caso del ascenso o descenso del varonil. Debido al lazo directo que existe entre ambas ramas, nos tenemos que ir a la corta historia para ver la realidad del futbol mexicano.

Uno de los casos más sonados se dio hace un par de años, en el 2020. Monarcas Morelia cambió su franquicia y cedió su lugar al Mazatlán FC. El cuadro purépecha desapareció junto con su equipo femenil y muchas futbolistas tuvieron que emigrar a Sinaloa o bien, buscar sitio en otro lado. Días más tarde se anunció que Zacatepec trasladó su estructura a Morelos y así nació el Atlético Morelia.

En 2021, el Morelia presentó una copa organizada por las Fuerzas Básicas que sirvió para que muchas jugadoras pudieras mostrarse en las distintas categorías. Siendo la primera ocasión que se le dio bola al fut femenino desde el cambio de dueño y nombre. En 2022, esta rama volvió a aparecer para el mismo torneo.

Otro ejemplo es Lobos BUAP. El cuadro poblano tuvo un paso fugaz por el futbol mexicano, pues no participó en la Copa MX ni en el primero año inaugural de la Liga, fue hasta el Apertura 2018 cuando debutó, pero solo duró un año debido a que la franquicia fue vendida a Juárez, dando el nacimiento de los Bravos. De igual forma, muchas jugadoras tuvieron que buscar nuevos aires.

Sin embargo, la pregunta es: ¿qué onda con aquellas franquicias de la Expansión que cuentan con un equipo femenil? Estos poco a poco fueron viendo la luz y han tenido actividad en diferentes torneos del país. Ante la falta de una liga en forma, cada uno se vale por sí mismo. 

Leones Negros es un viejo conocido del balompié mexicano y su equipo femenil es más viejo que la propia Liga, nacida en 2017. Ha participado en torneos universitarios y, con la certificación obtenida del varonil, tendrá que esperar un año (o más) para el ascenso deportivo.

Alebrijes, sin certificación por parte de la Liga, también se animó y lanzó su propio equipo, mismo que estuvo participando en torneos organizados por los municipios y patrocinadores. Es relativamente nuevo, pues nació entre 2019 y 2020.

El caso de Correcaminos y Mineros es diferente, pues no tiene un equipo "mayor", sino un Sub 20. La UAT, al igual que la UdeG, participa en competiciones donde están incluidas otras universidades y el nivel de competencia es mayor. Caso contrario a las zacatecanas, que compiten en torneos interestatales que funcionan como semillero de jugadoras.

El futbol femenil sigue en crecimiento, Venados dio un paso adelante con su equipo, emuló a las Leonas y Morelia, aun así, no podrán saborear las mieles de la categoría de oro del futbol mexicano si el sistema de competencia no permite subir a su contraparte masculino, en donde solo la UdeG ha podido conseguir su certificación para subir. ¡Vaya problema!

Fotografía: Especial

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