Sábado 17 de junio de 2023

André-Pierre Gignac cambió la historia de Tigres. El francés puso a la institución en el mapa, más allá de que ya era conocida, y rompió todos los récords posibles. Hace ocho años, los caminos del goleador y de los felinos se cruzaron, y comenzó una historia que tiene un final incierto, pero un desarrollo de película.

Es la figura, la leyenda, uno de los máximos exponentes si se lo quiere colocar en esa vitrina junto a Nahuel Guzmán y Guido Pizarro. Un 18 de junio, pero de 2015, la bomba explotó y Gignac rompió todos los esquemas luego de dejar el Olympique de Marsella para aterrizar en San Nicolás con un proyecto de vida que realmente se convirtió en eso.

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A los 37 años (cumple 38 en diciembre), tiene contrato vigente y sigue levantando campeonatos. Con un poco menos de participación directa que antes, porque la última Liguilla quedó claro que no fue la suya, aunque no le pesan los momentos como ocurrió en el penal para el descuento en la Final de Vuelta. A continuación, un repaso a los ocho años más gloriosos que tuvieron los Incomparables.

EL DESEO DE LA LIBERTADORES

El 2015 fue un año único para Tigres, porque no solo llegó Gignac al club, también se encontró peleando la Copa Libertadores. Durante la Fase de Grupos fue uno de los mejores, pasó Octavos, Cuartos y el parón de las vacaciones obligó al club a armarse fuerte para las Semifinales ante uno de los grandes de Brasil: Inter de Porto Alegre.

Con Ricardo Ferretti al mando, contrató a cinco refuerzos: Javier Aquino, Jairo González, el nigeriano Uche, Jürgen Damm y a un tal André-Pierre Gignac, quien venía de romperla en el Marsella de Marcelo Bielsa y era constante en la Selección de Francia.

SABOR AGRIDULCE

El debut en el Uni por Libertadores no pudo ser mejor: Dedé marcó un gol en un triunfo caliente frente al Inter por el duelo de Vuelta y que clasificó a Tigres a la Final. Del otro lado esperaba, ni más ni menos, que River Plate.

Contra los argentinos se habían visto las caras en Fase de Grupos, y Gignac sintió el rigor sudamericano. Jonathan Maidana se encargó de sacar del juego al francés en la Ida, también en la Vuelta y Dedé se quedó con las ganas de levantar su primer título con el club.

EL PRIMERO

Apenas pasaron unos meses para que Gignac gane su primera copa con el club. Fue el Apertura 2015, en la casa de Pumas y con su figura como protagonista de aquella remontada de los universitarios capitalinos. Sin su gol, Tigres no llegaba a los penales.

SEGUIDILLA DE TROFEOS

La década fue dorada, y el resumen perfecto puede ser la cantidad de Ligas que consiguió. Apertura 2015, Apertura 2016, Apertura 2017, Clausura 2019 y Clausura 2023, así de simple hizo todo el conjunto felino. Y así de fácil fue para Gignac llenarse la mano de anillos de campeón.

LA QUE FALTABA

En reiteradas oportunidades, el francés sacó a relucir cuánto le incomodaba esa espina clavada que significaba no ganar un título internacional. Con él en el plantel, Tigres perdió la Libertadores y tres Concachampions. Hasta que en el 2020, en plena pandemia, logró su cometido, venció a Los Ángeles FC (la leyenda convirtió el 2-1 que facilitó el logro) y clasificó al Mundial de Clubes. Ese segundo puesto en Qatar 2021 fue épico para la Concacaf.

DUEÑO DE TODO

En los ocho años que pasó en el club, André-Pierre Gignac se cansó de hacer goles. De todos los gustos, estilos, rivales y maneras, Dedé los hizo. Así logró convertirse en el máximo anotador del club (superó a Tomás Boy que tenía 104) y en el máximo anotador del futbol regiomontano (destronó a Humberto Suazo y sus 121).

Como meta que se puso hace una temporada, pretende llegar a los 200 y no está muy lejos, ya que tiene 187 gritos con la playera auriazul.

REFERENTE

Con contrato todavía, es la figura que todos imitan en el club. Lo que Gignac diga y haga, para la gente, es palabra santa. La leyenda viviente cumple ocho años en la institución, aquella a la cual le cambió la historia y quedó pegado para siempre. Continuará...

Fotografía: Mexsport