El técnico Diego Alonso tendrá sus razones para no confiar en Luis Madrigal como reemplazante de Rogelio Funes Mori. Es más, prefiere improvisar con Avilés Hurtado en esa posición, pese al desencanto del colombiano.

Avilés no quiere jugar de "9", pero tampoco quiere negarse a ocupar ese puesto viendo las necesidades ofensivas de Rayados.

En todo caso, Hurtado desea sumar, pero desde otra posición. Ya lo externó ante los medios, un mensaje que trae cierto costo y a la vez, un barniz de protección: es mejor avisar antes de ser juzgado.

Rayados tiene una delantera incómoda. Nadie está a gusto: ni Avilés en una ubicación falsa para sus cualidades, ni Madrigal ni Dorlan Pabón porque no juegan.

A lo máximo que pueden aspirar Madrigal y Pabón con Alonso es a sentirse plenos en la Copa MX. No parecen entrar en la órbita del DT para funciones preponderantes en la Liga.

Alonso confía más en Urretaviscaya como extremo, quizás en ese infructuoso intento de recuperar a aquel jugador del Pachuca.

Sin embargo, Urretaviscaya no está dando resultados y el técnico lo mantiene en campo a la espera de mejores notas. ¿No podría aguantar a Madrigal de "9"?, es la pregunta natural dentro del contexto. ¿O a Pabón de extremo?

Rayados, hasta ahora, se ha dado cuenta que necesita otro "9" y seguramente saldrá al mercado en estas semanas que le quedan para realizar una compra de pánico.

Con Antonio Mohamed ocurrió algo similar: recurrieron a Lucas Albertengo como "solución" temiendo lo que finalmente ocurrió con Funes Mori. Lo trajeron por las dudas se lesionara el Mellizo, pero quizás no haya sido la mejor opción. En todo caso, era la que había a la mano.

Lo mismo será ahora. No hay un "9" de talla que pueda venir a insertarse de lleno en la función de "matón". Es decir, al presidente deportivo Dulio Davino y a toda su gente, se le escapó la tortuga: conociendo lo de Funes Mori, subestimaron a ese delantero de área capaz de reemplazar a su goleador.

Si algo había recuperado los últimos torneos Rayados era su oferta ofensiva con el tridente Avilés, Pabón y Funes Mori. Un ataque lleno de fertilidad futbolística, alegría y goles.

Alonso desconectó todos esos cables para transformarla en una delantera ausente e improvisada.

El DT uruguayo le da prioridad a otro estilo, pero mucho de sus jugadores parecen estar preparados para uno diferente, al de antes.

Además, es muy difícil que un equipo juegue mejor si no es feliz y, aunque parezca otra cosa, Rayados, en ciertos sectores del campo, no lo es.

Fotografía: Mexsport