Lunes 25 de noviembre de 2024

Las Finales como estas, entre dos equipos tan buenos y con tanto poderío, duran 180 minutos. Eso implica que ninguno de los dos puede darse el lujo de regalar nada y que cada oportunidad cuenta. Tigres tuvo para bajar el martillo del caso, pero no lo aprovechó y le costó un campeonato.

Le tomó 135 minutos y tres goles en contra a Amelia Valverde entender qué estaba en juego, cómo tenía que medirse al rival de siempre y la manera de atacar a un equipo que parece invencible, pero no lo es.

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Rayadas dejó pasar mucha agua debajo del puente, en la Ida en el Universitario no existió, ni exigió y se conformó con el empate parcial. En la Vuelta esperó a una desventaja insalvable para ir hacia adelante, pero cómo castigar a un equipo que logró su cometido.

Con mucho corazón, vergüenza deportiva y algo de futbol, fue. Porque el resultado le pedía que lo haga y su gente, que copó el BBVA, también. Puso a dudar a un Tigres confiado y dormido en el ST, lo que fue suficiente para levantar el trofeo al final.

Encontró heroínas impensadas, como Katty Martínez y Pamela Tajonar, de pésimo partido, pero vital con esos tres penales atajados que terminaron valiendo el Bicampeonato. Sí, tal como pasó frente a América, la guardameta fue factor.

El análisis sería uno hasta el 2-2, otro durante el rato que Tigres pudo liquidarlo y un desenlace que no admitirá uno. Porque el futbol es así, actúa de mil maneras y esta vez la moneda cayó del lado de las albiazules.