"Legado intachable"
La histórica goleadora de Rayadas y la Liga Desirée Monsiváis, colgó los tachones y apunta a un nuevo reto: ser DT o directora deportiva.
Por Gilberto Galván | FOTO: Redes Sociales
"Legado intachable"
La histórica goleadora de Rayadas y la Liga Desirée Monsiváis, colgó los tachones y apunta a un nuevo reto: ser DT o directora deportiva.
Por Gilberto Galván | FOTO: Redes Sociales
Viernes 03 de enero de 2025
Un día salía de la carrera de arquitectura y al otro se retiró del futbol profesional como la tercera mejor goleadora en la historia de la Liga MX Femenil. Con su frase insignia: “si lo crees, lo creas”, Desirée Monsiváis diseñó todo a su molde y lo cumplió hasta su último día en las canchas.
Saltando por su trayectoria y reflexionando cada paso que dio con la pelota al pie, la delantera charló profundo con ONCE al anunciar su adiós, mismo que ocurrió tras 134 gritos de gol y dos campeonatos con Rayadas.
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Cuando el sostenerse de jugar con el balón no existía, la delantera labró su propio camino ayudándose de herramientas para construir su futuro. Del Tec de Monterrey y el grupo que se reunía a entrenar, no imaginó que se pudiera capitalizar en jugar profesionalmente cruzando a miles de kilómetros de su casa.
“Cuando me di cuenta que podía utilizar el futbol como una herramienta de vida, fue cuando competía por entrar con una beca en el Tec de Monterrey de Torreón, si una colegiatura está casi en $100 mil pesos y aquí te pueden dar una beca del 80 por ciento, son $80 mil pesos que puedo hacer efectivos en una colegiatura. Pasé a Puebla, después mi maestría en Monterrey y lo demás es historia”, expuso.
SU SALTO A EUROPA
Monsiváis trabajó hasta encontrar una oportunidad que le permitió conocer latitudes que nunca imaginó visitar. Como si fuera su natal Gómez Palacio, Durango al otro lado del mundo, Desirée encontró una experiencia que le nutrió en todo sentido. Ser confundida con una kazaja, comer carne de caballo y jugar la Champions.
“Cuando entré al comedor y vi el tipo de carne, su rutina, sopa, me acuerdo ese platillo con arroz, carne y zanahorias, es un platillo de Kazajistán que se llamaba Plof, es el típico platillo que me encantaba, lo mexicanizaba porque le ponía mayonesa y chile quebrado para darle picor. Aprendí que el ser humano tiene un valor propio, en cuanto a saber lo que tú vales, la capacidad de adaptarte y aprender de cada persona, estaba muy joven, pero mira la evolución de cada persona, tenía 27 años ahí y era mi primera experiencia profesional, a la Liga mexicana llegué con 29 años y era distinto, toda la evolución que tuve en esos dos años y tenía que hacer valer esa ventaja competitiva, dije que era mi momento de aportar y me sentí feliz, productiva, fue una historia muy bonita en jugar Champions, fuimos a Turquía, Hungría, España”, expuso.
Te traslado al ahora después de tantos goles y años, ¿cómo defines tu carrera futbolística?
“La defino como esa fortaleza psicológica, tener esa capacidad de ver en la adversidad oportunidades. Si bien en Rayadas fue una etapa hermosa donde consolidé mi carrera, me fui a Canadá, Kazajistán, luego apareció la Liga mexicana en el 2017. Todo ese tiempo hubo obstáculos y baches, mentales sobretodo, por ejemplo, cuando volví de Kazajistán en 2015 y en el 2016 hubo un descanso donde no hubo nada, tuve la fortaleza mental de decir: ‘el futbol me dio todo, no hay liga profesional en México, voy a compartir la información que obtuve en clínicas y lo que aprendí de tocar puertas con patrocinadores’. Siempre tuve el enfoque de ver lo positivo y cuando me atoro en lo negativo, sí he sufrido, pero siempre tuve la capacidad de filtrar y seguir adelante, siempre y cuando sienta que sea el momento. Justo sentí que era el momento de decir gracias, hasta pronto futbol, gracias a las canchas porque así lo sentí”.
“Aquí estoy yo”
Con Pumas, Juárez y Glasgow City en su currículum, la delantera guarda un lugar especial en su corazón al azul y blanco. Dos etapas, 122 tantos y una rivalidad ‘clásica’ con el acérrimo rival de la ciudad fueron el legado que dejó en Rayadas. Monterrey fue su eclosión, pero también su maduración como futbolista.
Te encuentras en una ciudad que conoces bien, con mucho calor. Estás en la cancha 4 de El Barrial y con Rayadas, ¿cómo describes tu estancia en las dos etapas?
“Obviamente la primera etapa fue enriquecedora, soñaba con que nunca se me quitara la parte principal que el que es el mejor y que hace mejor las cosas, es el que va a jugar. Esa idea me mantenía en sintonía, con el cuchillo entre los dientes para competir, luego encontré momentos donde no siempre era así y ahí dolió bastante. Cuando empecé a darme cuenta que el futbol podía ser muy bueno y también el villano, decidí no amargarme la vida, dejar esa imagen preciosa de la consolidación de mi carrera y busco alimentar otros sueños como irme otra vez a Europa. La segunda etapa de Rayadas llegó porque tomé la palabra de Eva Espejo, me dijo: ‘Si no sale como tú deseas, vente, acá te arropamos, esto es tu casa’, fue la decisión de Eva junto a Tato Noriega y eso agradezco muchísimo, pero ya era diferente, era tener esa capacidad de adaptarme más rápido y la Liga iba en crecimiento. Yo sentía que no tenía cabida ahí, pedí salir y me fui a Pumas, pero las etapas que tuve con Rayadas son muy bonitas y las abrazo con mucho cariño y respeto”.
PUGNA Y LEGADO
Su futbol fue de garra para chocar con las defensas rivales, picardía al encarar en los últimos metros y sacar el segundo extra para definir sobre sus rivales, sin embargo, Desirée Monsiváis vio la competencia y el tiempo pasar a darle alcance a su reinado goleador en México. La mexicana narró su momento cumbre enfrentando a Katty Martínez (Rayadas) y Alicia Cervantes (Chivas), añadiendo el momento de satisfacción personal demostrando, una vez, que sí lo creía, lo creaba.
“Soy mucho de sentir las cosas. Cuando estaba en competencia y sabíamos los números, estaba tranquila porque sabía dónde estaba parada, tengo una ventaja de tener seis años más grande que Alicia (Cervantes) y 10 con Katty (Martínez), que eran las que estaban en competencia, pero también me fui al extranjero y estuvieron seis meses sin llegar a esas cifras, hubo una racha de partidos donde yo metí tres goles en mi segunda etapa con Rayadas. Está bien lo que sucede, no me asusta, pero cuando quería encontrar esa parte emocional para estar en paz porque tanta cosa mental te abruma, encontré ese momento después del partido donde Katty rebasa los goles, luego yo juego contra Necaxa sin buscar más porque estaba lesionada de mis rodillas, se me seguían inflamando, Johnny Lazcano no me dejará mentir, entré a ese partido y se dieron los tres goles y ver cómo la gente ataba tan metida, que la vida me dio ese regalo y dije: ‘Ya está, esto está consolidado, no tengo que demostrarle nada a nadie, mi calidad futbolística no la tengo que demostrar, esto es disfrutar’. Fue enriquecedor, qué bonita competencia, me sentía viva y retada, algo que quería sentir”, aseguró.
Visiblemente conmovida por los saltos en el tiempo, la ahora ex goleadora tiró un último vistazo al pasado y al debate humano eterno: los pendientes a resolver. Clara y concisa, dejó en claro que tomaría el camino cuantas veces fuera necesario para convertirse en lo que hoy es.
El ser humano cuando es ganador, se enfoca solo en ganar sin disfrutar el momento. ¿Se quedó algún ‘hubiera’ en tu tintero?
“No hay un hubiera. Sí hubo un momento que identifiqué cuando estaba en lo más alto y por lógica, vino el descenso e hice mis fotografías mentales. Fue casi 2019, ahí fue mi último llamado a Selección, estaba con mi primer campeonato y cerca de los 100 goles, me di cuenta que esto se había consolidado, había quedado perfecto, si alguien me hubiera preguntado cómo quería mi carrera, eso era. Me hubiera quedado satisfecha, cuando llegué a mis 100 goles había un tifo gigante en el estadio, entré de cambio y metí gol, tenía esa gracia con el futbol, estaba como tocada por Dios en ese momento y dije: ‘Esto nunca se me va a olvidar’. Después vino la lucha de seguir ganando, seguir con experiencias como estar con Pumas o a Juárez, estar en la TV, si te fijas he sido muy premiada, he podido identificar los momentos y las personas que han podido nutrirme, las que no tanto dejarlas de lado, esa parte es enriquecedora en todos sentidos. No hay nada que hubiera sido diferente, si me dicen que si volvería a vivir lo que viví, por supuesto que sí porque en ese momento lo sentía, tomé decisiones y es la consecuencia de lo que ha sido mi carrera”.