No pasa nada 

22 - enero - 2019

Al cierre de la tercera semana del año, en el futbol nacional la actividad se pone cada vez más interesante.

Las Chivas de Pepe Cardozo encabezan la competencia con paso perfecto de tres victorias, para 9 puntos, con cuatro goles a favor y aún sin gol en contra.

Ante Toluca ya les habían marcado uno, pero como el balón jamás rebasó completamente la línea de gol, va pa'tras y Toluca tuvo que llevarse la derrota.

Monterrey sigue invicto, los Xolos de Tijuana por fin reaccionaron y Lobos BUAP tiene más puntos que Tigres... y aquí, se me ocurre una pregunta:

¿Qué harían entrenadores mexicanos como Roberto Hernández, Nacho Ambriz, Rafa Puente, Paco Palencia o David Patiño con planteles valuados en decenas de millones de dólares que sí le dan a extranjeros y no equipos parchados con sobras de los demás clubes? 

Habría que verlo y vivirlo para contarlo... 

...

Los Tigres de la UANL en una noche espléndida de inauguración, con un espectáculo fastuoso que maravilló al respetable por el color de esa noche sabatina, se fue a casa como si hubiesen tenido en la boca durante todo el juego una moneda de cobre.

El espectáculo y la ilusión se dio solo al inicio y se fue diluyendo conforme transcurrió el partido y Tigres no podía hacer el gol.

Los felinos de Tuca, predecibles como siempre, intentaron ahora combinar el tiki-taka con los latigazos para sus gacelas Enner, Luis y Julián, pero no hubo precisión para ponerla en la red.

Sin Aquino, sin Dueñas, sin Lucas, sin Damm y sin Vargas de arranque, aquello no se veía mal, hasta que se puso tensa la cuerda y cuando quisieron ya no pudieron... ni con Jürgen, ni Eduardo.

Pero no pasa nada... la pasión felina aguanta eso y más; de pronto llegan los goles, los triunfos y regresa la esperanza. 

Por otro lado, Cruz Azul, diferente al mediocre y soso equipo que entregó aquel partido de la Final ante América hace unas semanas.

El Monterrey fue a Querétaro y se trajo los tres puntos cuando parecía que se le nublaba el horizonte por tener que jugar gran parte del duelo con 10.

Se repartieron el esfuerzo del que faltaba, se acomodaron mejor en la cancha que el que tenía once; alcanzaron en el marcador con un muy buen gol de Gallardo y remataron con un golazo de Maxi Meza que le pegó seco, como un tacazo a la bola de billar; enseñándole el empeine y prendiéndola en plena nariz para quitarle las telarañas a la escuadra del arco queretano.

Rayados pues, aprovechó las circunstancias para hacer valer la superioridad de su calidad individual y de conjunto ante unos Gallos que mantienen su misión en esta vida, la de ser comparsas de los cuatro o cinco equipos millonarios que mandan en la liga.

Algo que más de la mitad de los clubes deben soportar.

No les queda otra.

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