28 - enero - 2019
Rogelio Funes Mori es un estilista del gol. A su oportunismo le suele agregar definiciones de altísima exquisitez que decoran sus anotaciones. Es un goleador de clase A con tendencia a lo sofisticado, una raza que no abunda mucho en el futbol actual.
En una época donde la mayoría de los equipos se escudan en el "falso 9" como faro de ataque, Funes Mori es un delantero más específico: participa menos de la trama de la jugada -como sí lo hace Gignac, por ejemplo-, porque se concentra más en resolverla. Y para esa función tiene variados recursos.
Ya nos había regalado una espectacular definición de chilena frente a Santos en los Cuartos del Final del torneo pasado. En el mismo BBVA y en el mismo arco, el sábado dibujó una acción de calidad para deshacerse de sus marcadores y asegurar el gol en cuestión de segundos.
Ante delanteros de este tipo, a los equipos, en este caso Rayados, se le facilita mucho lo que para otros es un martirio: garantizar el toque final de una elaboración o jugada combinativa de ataque.
Es más placentero para un equipo contar con un goleador de área dispuesto a corregir centros y pases, que tener delanteros más improvisados y más rústicos a la hora de definir. Funes Mori siempre estará dispuesto a cumplir su misión en los metros cuadrados que le asigna su puesto.
Con cuatro goles en cuatro jornadas, el Mellizo pinta para tener un buen torneo si las lesiones se lo permiten. Para Rayados es fundamental su influencia y contra América quedó demostrada: determinante en el triunfo, pero igual de significativo fue su aporte ofensivo cuando el equipo se refugió un poco más para contener al adversario.
En un partido más emocional que táctico por el cúmulo de incidencias que trastornaron el desarrollo, el rol de Funes Mori no se salió de su eje. Al contrario, aprovechó el contexto de un juego alborotado para sacarle jugo a su fertilidad técnica y marcar la diferencia.
Es decir, alejado de la convulsión futbolística, pero ubicado siempre en las coordenadas precisas para facturar, al Mellizo no se le alteró un ápice su conducta que lo distingue como un gran goleador en todos sus matices.