Los 'aflojatodo'

15 - febrero - 2019

En aquellos años --me han platicado los que vivieron esa época-- dicen que los volantes de contención, queluego algún ocurrente bautizaría como "medios escudos" tenían que ser bravísimos, despiadados, intimidantes y casi creo que necesitaban Carta de Antecedentes Penales --o sea, era requisito-- y ser guapos como Danny Trejo para conseguir ese puesto en alguna alineación que se respetara.

Cuenta la leyenda que había algunos como el Ruso Estrada, que jugaba en el Zacatepec, que tenía convenio con un amigo dentista al que le mandaba dos o tres pacientes por juego, a los que les aflojaba las amalgamas a codazo limpio en cada acometida.

En ese equipo cañero, dicen, apenas andaba queriendo debutar a los 17, 18 años Sergio Orduña... saquen cuentas.

Las páginas del libro futbolero nacional traen otros nombres de jugadores en esa posición, de aquellos tiempos. Uno de ellos era el charrúa Gisleno Medina, hermano de Orlando que jugaron en Atlante y Zacatepec; toparse con ellos con una pelota de por medio, era como tratar de abrir una caja fuerte... a mordidas. Héctor Pulido, en Cruz Azul, el Dumbo, don José Rodríguez y Juanito González en Rayados; el chileno Juan Rodríguez Vega, en Atlético Español, y el Negro Roberto Hodge en América; el Capi Mario Ayala, en el León y Chava Carrillo en la Unión de Curtidores, antes de llegar a Tigres y Pillo Herrera en Atlas eran de los volantes de recuperación de aquellos años.

La mayoría no eran muy técnicos, de hecho, algunos eran muuuy limitados técnicamente. Su chamba era aplacar conciencias y bajarles el humo a algunos; les decían los Sw40, porque eran los 'aflojatodo'.

Digamos que eran proveedores oficiales de los fisios rivales a quienes les mandaban tobillos astillados un partido sí y otro también.

Ya después, con el paso del tiempo llegaron algunos más, tipo Carlitos Muñoz, Beto García Aspe, Gerardo Torrado, Beto Coyote, Lucho Pérez, Víctor Ruiz, David Rangel, Miguel España, Nacho Ambriz o Juan Pablo Rodríguez... unos más técnicos que otros.

Algunos con una pegada como pata de mula, como Ambriz (pegada para pegarle a la pelota, no a los contarios; bueno, también) y otros tronquísimos, que nada más hacían lo justo; quitar y pasar al que estuviera más cerquita, sin complicaciones. No inventemos nada.... "Dásela al 10", "dásela al que sabe" era su filosofía de vida.

Hacían lo justo, pero lo hacían muy bien. Precisos, siempre listos para anticipar y hacer el trabajo sucio de no dejar jugar al rival, sin ser marranos.

El puesto ha evolucionado, las funciones han cambiado, la "plurifuncionalidad" que tanto ostentan los entrenadores del momento ha ido sofisticándose; ahora quieren volantes bravos (como Gennaro Gattuso), que tengan fuerza, precisión quirúrgica para anticipar sin faul (como Busquets),  fuelle, mucho fuelle (como Luka Modric), visión para salir jugando y profundizar (como Guti, aquél del Madrid; Pep Guardiola o su sucesor, Xavi) y bueno, no son fácil de encontrar este tipo de jugadores.

Pero en México, pese a la llegada de muchos jugadores importados de esa posición (algunos muy buenos tipo Guido Pizarro o Iván Marcone) hay muchos mexicanos que son jefes en esa posición. 

Jorge Daniel Hernández, el Burrito de Pachuca, es uno de ellos y el capitán toluqueño, Toño Ríos es otro; el Gallito José Juan Vázquez, Chuy Molina, Érick Gutiérrez, Rafa Baca, Javier Güemez, Michael Pérez y uno que otro por ahí... pero no les quite la vista a Jonathan González, Charlie Rodríguez, ambos de Rayados, así como a Fernando Beltrán, de Chivas.

Estos tres chavos no rebasan el 1.65 de estatura (ya con tacones) pero son unas verdaderas fieras en el medio campo.

A diferencia de los troncos de los 90 que jugaban esa posición, estos saben salir jugando con limpieza y criterio, son mixtos, saben cómo y por dónde; son duros, correosos, incansables y técnicamente sobresalientes para cumplir su función con la fuerza de un Gattuso y la elegancia de un Fernando Redondo. Ok. No.

Me excedí. Pero estos chavos le han dado una dimensión diferente a la forma de jugar esa posición de volante central, tan importante para cualquier entrenador.

No siempre se valora este tipo de jugadores, pero son más importantes de lo que parece.

Decía Jorge Valdano de Pep Guardiola: "No hay pelota que vaya o venga por la cancha, sin que pase por sus pies".

O lo que es lo mismo... como jugador, este muchacho desde dentro de la cancha, ya dirigía a su equipo.