Toque de calidad, toque de realidad

04 - marzo - 2019

La derrota del Guadalajara hace una semana frente a Pachuca daba indicios de que había equipos que indudablemente podían detener a unas Chivas que se mostraban consistentes en el torneo. El 2-0 frente a Rayados lo confirmó: el eterno problema del toque de calidad.

A veces creo que la afición, mesas de análisis y prensa nos ponemos demasiado exigentes con el Rebaño. Me explico: la plantilla del Guadalajara apela más a un juego en conjunto, difícilmente tendrá individualidades que marquen una diferencia. Chivas no tiene un Dorlan Pabón que haga golazos de media y larga distancia.

Sí, quizás hubo detalles que facilitaron estos riflazos, pero ante estas genialidades poco puede hacer Chivas. Queda de manifiesto que plantillas como Rayados, Tigres, América y el actual León con Ángel Mena, son equipos que realmente muestran esa diferencia, esos jugadores brillantes y que los hace ser reales candidatos al título.

La Pandilla se presentó en el Estadio Akron con un plantel alterno, por lo que hasta Ángel Zaldívar tuvo oportunidad de enfrentar a su ex equipo como titular. La banca del Monterrey estaba compuesta por jugadores como Funes Mori, Avilés, Maxi Meza, el Cachorro Montes, Jonathan González. Qué lujo.

El cuadro alterno de Rayados y, quizás jugando a medio gas, venció a un equipo de mexicanos que sí ha mostrado cosas interesantes en el torneo, pero es complicado ponerlo como uno de los candidatos a campeonar.

El Guadalajara sí está en desventaja en ese sentido. ¿Solución? Tener una plantilla de nivel de Selección Mexicana. Pero muchos de esos mexicanos militan en Europa, o en Tigres, Monterrey o América. Volvemos al tema económico.

Cierto. La última vez que Chivas fue campeón, no era precisamente la mejor plantilla de la Liga, pero se conjuntaron varios factores: una buena racha en la fase regular, buena posición en la tabla, jugadores que pasaban por un buen momento como Orbelín Pineda, el Gallo Vázquez, Rodolfo Pizarro, Rodolfo Cota, además de un técnico que supo unir, motivar y convencer a un grupo para alcanzar cosas grandes.

Hoy veo al Rebaño lejos del panorama que se presentó en el Clausura 2017. También lo veo lejos de tener ese toque de calidad que pueda poner al equipo tapatío como uno de los más poderosos y mejor armados de la Liga.