Vasco ¡ok!; ¿Rafa?
Miércoles 24 de julio de 2024
Lo que pasa en la Selección Mexicana y en la Federación es caso de estudio, porque es increíble que, a menos de dos años de la Copa del Mundo en nuestro país, no haya un rumbo, un proyecto serio y se siga haciendo papelón tras papelón.
Ahora, llegó el Vasco Aguirre en un tercer proceso como “bombero” y lo acompañará Rafael Márquez, quien dejó ¡al Barcelona! en busca de salvar un barco que está hundido desde hace rato.
En el papel, Aguirre tiene experiencia, dirigió en Europa, en México, África y Asia, es un trotamundos que sabe cómo plantarse en los escenarios internacionales.
Sin embargo, este será su tercer proceso con el Tri y en los dos anteriores solo se rescata el hecho de que haya agarrado la papa caliente y clasificó al combinado a los respectivos Mundiales. Se entiende que los directivos hayan ido por él, aunque solo “cumplió” su chamba.
El tema es con el Kaiser. Al ex defensor se le prometió que tomará el timón del cuadro nacional después del 2026 y estará trabajando de la mano de Javier como auxiliar… Hasta ahí todo bien, ¿no?
A nivel Selección es una buena noticia que Rafa haya aceptado volver de Europa para comandar ese cambio generacional que tanto se cacareó desde antes de Qatar 2022. Estuvo en el Barcelona B, sabe formar a los futbolistas jóvenes y es una voz de mando autorizada a nivel mundial para tomar ese encargo.
Pensando como profesional me pregunto: ¿qué tanto le conviene a Rafa haber dejado una estructura importante como la de los culés?
Históricamente, el Barcelona es un club que le ha sacado jugo a la Masía y funcionó también como formador de grandes entrenadores como Luis Enrique o el propio Pep Guardiola.
El hecho de formar una carrera solida en Europa, empaparse y aprender de un verdadero proceso que incluso lo pudo haber catapultado como DT del primer equipo culé, le daba más cartas para tomar a la Selección en 2026.
No se duda de la capacidad de Rafa Márquez como auxiliar y futuro entrenador, solo que aún no era el momento, como pasó con Jaime Lozano.
“Nunca me ha gustado estar en mi zona de confort”, dijo Márquez en un comunicado, sin embargo, ahí estará por los próximos años, sino pasa nada extraordinario o macabro, como suele suceder con la Selección.
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