Cuatro días tardó Avilés Hurtado en salir de su casa, por la pena y vergüenza deportiva, después de haber fallado el penal en la primera Final Regia de la historia.

El 10 de diciembre de 2017 el colombiano erró desde los 11 pasos y con ello evitó la posibilidad de que los Rayados forzaran los tiempos extras contra Tigres en su casa, el Estadio BBVA.

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Sufrió reproches, abucheos y hasta la fecha hay algunos aficionados que le siguen recordando aquella noche, la cual narró el propio delantero, fue una total tormenta.

"Siéndote sincero, soy una persona muy sentimental, entonces en ese momento (de la falla) me fui (mentalmente) por unos minutos. Después, lógico, me tuve que meter otra vez", dijo en entrevista al diario ABC.

"Cuando terminó el partido, es una tristeza que te abunda, no solamente a mí, sino a todo el grupo. En el vestidor era un mar de lágrimas. La primera persona con la cual me enfrasqué (abracé) fue con el Turco (Mohamed). Empezamos a llorar y me dio ánimo".

¿Y al llegar a casa, ¿qué ocurre?...

"Lógico, sigue la tristeza con mi familia. La verdad hasta el cuarto día pude salir de mi casa, y lo hice por mi familia, porque también si yo me pongo de esa manera, pues mis hijas me van a ver así".

Aquella noche, según dijo el jugador, ya quedó en el olvido y ahora la mentalidad, confianza y madurez lo han sacado adelante al grado de ser titular en el equipo.

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"Ya le di vuelta a la página y me concentro en lo que estamos haciendo ahora", agregó.

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Foto: Mexsport