Domingo 19 de abril de 2020

Todo ciclo llega a su fin. Un 19 de abril pero del 2013, uno de los mejores jugadores que ha pisado el futbol mexicano terminó por colgar los botines. Su nombre: Rodrigo Ruíz, mejor conocido como el Pony. El que fuera todo un estandarte de Santos, con quien ganó dos Ligas, le dijo adiós a las canchas hace siete años.

MIRA TAMBIÉN: Consulta toda la información de Santos Laguna

Enfundado en los colores de Estudiantes Tecos, el habilidoso volante sudamericano cerró su ciclo en el terreno de juego. Conocido por su gambeta, descaro por las bandas, pero sobretodo de cómo llenaba de pelota a Jared Borguetti en el cuadro lagunero, Ruíz dejó una huella imborrable en su paso por nuestro balompié.

El chileno conquistó dos títulos de Liga, ambos con Santos, y es el jugador extranjero con más partidos en México, cosa nada menor. Fueron 638 juegos en Primera División en los que participó el chileno.

Sin ser un goleador nato, anotó en 118 ocasiones. Su fuerte era ser asistente: 178 pases para gol fue su marca en México; todo un creativo de oportunidades, y que sus secuaces no desaprovechaban. Prácticamente la pelota quedaba a merced ya sea en la cabeza o con espacio para definir.

Ese fue Rodrigo Ruíz, uno de los elementos que más extraña en la cancha la afición al futbol mexicano. La pregunta está en el aire: ¿qué habría sido de Jared y Matías Vuoso en nuestro país, sin la presencia del andino? De los denominados misterios sin resolver.

Fotografía: Mexsport