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El Pirata Castro, campeón con Rayados, dijo que siempre fue un contención leal, "aunque a Gaitán si no le dabas una patadita... no lo parabas", tiró.

Por Adrián Maldonado | FOTO:

Jueves 07 de mayo de 2020

Si hay algo en lo que cree Héctor Castro es en las jóvenes promesas que tiene el futbol mexicano. El problema -se quejó- es que no les dan oportunidad a los chavos. "No les tienen paciencia y los queman", sentenció.

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Hoy, desde lo alto de su veteranía, el Pirata, de 44 años, habla de todo lo que le pregunten de futbol. Se vuelve un poco nostálgico cuando recuerda que antes había más chance para los canteranos y de lo difícil que era llegar a la Selección en su época.

Pero en su charla con ONCE también repasa imágenes desde cuando era contención. Estiró el tiempo hacia atrás y se describió como jugador, de lo importante que fue Rayados en su carrera -campeón en 2003 con Daniel Passarella- y de la efectividad que tenía desde el manchón penal.

"Me hacía respetar… era fuerte, pero leal. Nunca fui mala leche", dijo. "Y después, mientras sea gol, todo tiro es bueno", agregó sobre sus cualidades para acertar penales.

Castro no surgió de las Fuerzas Básicas de Rayados porque creció en la cantera de Chivas, con quienes fue campeón en 1997, pero parte de su corazón pertenece al Monterrey.

"(Rayados) es un club muy grande, una institución que me abrió las puertas y contento de haber estado allá, de poder conseguir un título y qué decirte de la afición del norte".

¿Qué tiene de especial la afición?

"La afición nunca deja de apoyar, siempre está al pendiente del equipo y los jugadores y es una de las pocas aficiones que el jugador que va a llegar de refuerzo, con cualquier persona y aficionado que platiques, te dice dónde jugó, cuántos campeonatos, cuándo debutó. Saben todo. Es una de las grandes aficiones".

Y encima te tocó ser campeón...

"Hicimos un gran grupo (en 2003), teníamos un gran equipo y nos tocó ese campeonato afortunadamente".

Sólo te expulsaron cuatro veces en toda tu carrera y la primera fue jugando en Rayados en un partido contra San Luis en 2002. ¿Te gustaba jugar limpio?

"Sí, siempre fui fuerte, pero leal a disputar el balón. No fui jugador mala leche, pero trataba de hacerme respetar. Era contención y tenía que meter un poco más la pata".

¿Se te hacía fácil jugar así?

"No. Te encuentras jugadores como el Divino (Walter) Gaitán que lo teníamos que parar como sea y si no le dabas una patadita, no lo parabas. Te encuentras grandes jugadores en media cancha y jugadores creativos que es difícil pararlos, pero es de hacerte respetar ahí. Teníamos un gran equipo que nos apoyábamos en todo".

¿Qué fue lo que más te marcó de tu carrera?

"Los dos campeonatos, uno con Chivas y otro con Monterrey. Tuvimos grandes equipos, grandes torneos, se me dieron dos campeonatos. Hay muchos jugadores que son grandes y ni un campeonato pueden tener. Ves a muchísimos de gran calidad, pero desafortunadamente no lograron un campeonato y a mí me tocaron dos, haciendo bien las cosas, teniendo un gran grupo y unos grandes compañeros".

NICO Y LOS PENALES

Tardaron, pero finalmente Rayados encontró confianza y efectividad en los penales con la llegada de Nicolás Sánchez, y el Pirata, uno de los anteriores pateadores, está muy contento.
Héctor destacó en Monterrey por ser muy bueno en los tiros de castigo, pues de siete goles totales metió seis de penal. 

Al igual que el argentino en la Final de la Concacaf que ganaron a Tigres, el tapatío también fue clave en un título para la institución cuando en el Clausura 2003 le marcó al Morelia el tercer gol (3-1) para impulsar el segundo título de Liga.

¿Qué opinas de Nico?

"Lo veo muy bien. Estuvieron batallando un ratito para encontrar el pateador y afortunadamente salió Nico. Me gusta, claro. Mientras sea gol todo tiro es bueno".

Acá se te recuerda por tus barridas, por tu intensidad en el mediocampo, pero también por tus goles por la vía del penal. ¿Por qué se te daban?

"Nos poníamos a practicar en El Cerrito después de los entrenamientos. Tenía al Gato (Omar) Ortíz que era atajador de penales. Practicábamos seguido y afortunadamente salían bien las cosas".

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Desde que Sánchez tomó el rol de cobrador oficial en el Clausura 2018 a la fecha ha marcado 18 de 22 intentos y eso, además de ayudarlo a convertirse en una figura para el público, lo hizo mantener su titularidad y ser un referente de los momentos importantes, algo que no le sorprende a Castro, quien vistió la camiseta de Rayados cuatro años (2000-04).

Antes de Nico, hablando de la era de Antonio Mohamed como entrenador, batallaron en encontrar a un cobrador fijo porque alternaron entre Rogelio Funes Mori, Dorlan Pabón, Carlos Sánchez, Cardona y Hurtado, principalmente, pero no eran tan constantes como éste.

¿Se deben entrenar o son jugadas que se resuelven ya estando en el campo?

"Tienes mucha presión de la afición en momentos difíciles. Por ejemplo, si vas perdiendo, sobre todo. Cuenta mucho el trabajo. Muchos dicen que es un volado, pero no, lo tienes que trabajar y perfeccionar día a día esos tiros porque tienes una presión del estadio. ¡Imagínate una Final! Hay muchas cosas… la presión de la gente. Tienes que practicar diario con los tiros".

¿Entonces todo es de práctica?

"Cuenta mucho el estado de ánimo de cada persona y muchos no tienen la capacidad como de aguantar la presión de la gente, que te esté abucheando o animando. Hay que tener personalidad en eso".

QUE JUEGUEN LOS CHAVOS

 ¿Cómo ves hoy la Liga?

“Veo que hay que darle más oportunidades a los jóvenes. Hay que tratar de tenerles un poco de confianza y soltarlos poco a poco. Con el tema de la regla que tenían quemaron a muchos chavos que no estaban ni preparados para estar en el primer equipo".

¿En qué falló esa regla?

"Que los chavos entraban dos o tres partidos para cumplir los minutos y en el siguiente torneo ya ni los veías. Hay que darles la oportunidad de que maduren los chavos y darles su tiempo. El mismo jugador te va a decir cuándo ya está listo y cuánto tiempo le falta. Lo meten a un juego, si no dio en ese partido, lo sacan y ya no lo vuelves a ver".

¿De alguna manera esto afecta a la Selección?

"Claro, por los extranjeros, hay que bajar el límite y darle más oportunidad a los jóvenes. De las Selecciones menores, si te pones a analizar, han quedado campeones, pero no les dan seguimiento. No se atreven a arriesgar a un chavo y darles la oportunidad porque ya tienen a un extranjero".

¿Qué canteras te llaman la atención?

"Pachuca ha estado trabajando bastante bien; Chivas ahí va, está retomando otra vez esa formación de chavos. Rayados sacó muy buenos jugadores jóvenes. Atlas también ahí va con buena cantera".


Fotografía: Mexsport

Boletín ONCE