Le siguen llorando
Se cumplen cinco años del adiós al Estadio Tec donde Rayados escribió gran parte de su historia. Nostálgicos, hoy los fans lo recuerdan con cariño.
Por Adrián Maldonado | FOTO:
Le siguen llorando
Se cumplen cinco años del adiós al Estadio Tec donde Rayados escribió gran parte de su historia. Nostálgicos, hoy los fans lo recuerdan con cariño.
Por Adrián Maldonado | FOTO:
Viernes 08 de mayo de 2020
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, dice un viejo refrán, y queda perfecto para los fans de Rayados, quienes hace cinco años despidieron con nostalgia al Estadio Tec.
MIRA TAMBIÉN: Consulta toda la información de Rayados
Le decían incómodo, viejo y poco funcional, pero también pasional, algo que el nuevo BBVA no ha podido ser. Hoy los corazones rayados ven que de su vieja casa ya no queda nada.
Tenía bancas de madera, no contaba con protección para la lluvia en su mayoría y para asegurar un buen lugar había que llegar con hasta dos horas antes a los partidos y aguantar el calor.
El 9 de mayo de 2015 la gente entendió que para los Rayados era el final de una buena historia y el inicio de una mejor. El cambio al Estadio BBVA ya estaba arreglado y era cuestión de terminar el torneo de Clausura para decirle adiós al ahora extinto inmueble, que concluyó su demolición en el 2018.
Hace cinco años atrás se resumió en un día el paso de miles de anécdotas, amistades y generaciones que disfrutaron de una experiencia impar cada 15 días y que, contrario a lo que en muchas ocasiones se puso en duda, tenía un esencia que para algunos el Gigante de Guadalupe aún no ha podido igualar.
Ese día el Monterrey disputó sus últimos 90 minutos en el Tec en un empate a dos goles contra Pumas, resultado que los eliminó, ya que la gran cantidad de combinaciones que ocupaba en ese entonces el equipo de Mohamed se dio, menos una: que ellos ganaran.
El público igual ya no pensaba en Liguilla y, aunque soñaba con despedir el estadio con un campeonato, entendió que la historia hasta ahí había llegado, por lo que sólo hubo un tema con vida entre su comunidad. "Gracias, Tec".
Los jugadores portaban esa leyenda en su uniforme, los hinchas la presumían con trapos en las tribunas y a cada momento en redes sociales con fotos del juego de esa noche, que aunque por un lado les llevó emoción por la nueva casa y los beneficios que eso les daría, no les pudo quitar la sensación de tristeza y nostalgia de tener que despedirse del recinto, al cual acudieron por 56 años.
Aquel gol de Jesús Zavala al minuto 88 sirvió para evitar la derrota ante los tantos de Matías Britos y Daniel Ludueña, pese al empate de Dorlan Pabón, que por entonces se coronó como campeón de goleo.
El público despidió entre aplausos a los jugadores, quienes les regresaron el gesto hasta terminar viendo un video de homenaje que se mostró en la pantalla, lo que provocó el llanto de algunos futbolistas como Jonathan Orozco. Finalmente y bajo una lluvia ligera, se acabó el partido y se apagaron las luces por siempre.
TENÍA SU MÍSTICA
El Tec era de renta. El club pagaba una cuota al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, casa de los Borregos Salvajes de futbol americano y a la gente le importaba poco, pero deseaba poder presumir de un estadio vanguardista y con los cuidados necesarios como para albergar a una población que fue creciendo con los años.
En sus primeros partidos en Liga el equipo no metía más de 3,000 hinchas a sus juegos, pero conforme se volvió popular y combatió la historia beisbolera de la región, la masa incrementó.
El equipo se integró en 1952 para debutar el 2 de agosto contra Veracruz en la Segunda División y se marchó en 1973 para jugar en el Estadio Universitario por siete años, volviendo en 1980 para quedarse hasta el 2015.
La casa rayada fue sede de los primeros títulos del club: los torneos México 86', Clausura 2003, Apertura 2009 y 2010 en Primera, la Copa México de 1992, la Liga de Campeones de Concacaf entre 2011 y 2013 y dos más de Segunda División en 1956 y 1960.
Comenzó con una capacidad para 19,000 espectadores e incrementó hasta 33,500. Fue sede de la Copa del Mundo en 1986 para recibir los partidos de Algeria-España y los de Inglaterra contra Portugal, Marruecos y Polonia, tres años después de un Mundial Juvenil con cinco juegos incluyendo las Semifinales entre Corea del Sur y Brasil y también fue sede de juegos históricos contra equipos internacionales, como lo fue el Lanús, el Barcelona o el Real Madrid.
Sus rampas en espiral, sus comerciantes en los pasillos y en las afueras del estacionamiento, así como la pista olímpica eran parte de su esencia, sin dejar de lado todos los productos alimenticios que ahí dentro se consumían por partido como las tortas de Hugo Esquivel.
???? #LaTapa | A TI TEC EXTRAÑAN
— ONCE Diario (@oncediariomx) June 29, 2019
????https://t.co/jrBcS7hJ2J#SomosONCE ???? pic.twitter.com/xdvaRyHGDF
Era normal ver la zona de la herradura llena (General), pues era donde estaba la barra de La Adicción. También contaba con Preferente, Numerado, Especial Numerado, Palcos y la Terraza, haciendo normal la famosa guerra de porras de un lado a otro para apoyar a los futbolistas en la adversidad como lo fue en esta misma fecha en 1999, día en que se salvaron del descenso.
Aquella tarde empataron 1-1 contra el Puebla gracias a un gol de Sergio Pérez tras un pase de Francisco Javier Cruz. El Alvin y el Abuelo fueron figuras en un domingo que pasó de la agonía a la felicidad, incluyendo jugadores que siguen ligados al club como lo es Antonio Mohamed, ahora director técnico.
Este campo fue testigo de la creación de ídolos en el equipo como Humberto Suazo, Mario de Souza Mota, Milton Carlos, Jesús Arellano, Aldo De Nigris, Ignacio Jáuregui, Magdaleno Cano, Francisco Avilán y Víctor Manuel Vucetich entre muchos más.
Cinco años atrás terminó la historia del Club de Futbol Monterrey en el Estadio Tecnológico, pero con los recientes campeonatos de Liga, Copa y Concacaf en el BBVA es imposible no recordar cómo fue que todo comenzó, sabiendo que siete de las nueve estrellas con las que cuenta el escudo se fabricaron entre las avenida Fernando García Roel y Junco de la Vega.
¿QUÉ SERÁ AHORA?
Lo que era el estadio ahora ya no existe. Las autoridades del Tec de Monterrey lo demolieron hace un par de años y dieron paso a la construcción de lo que será un gran parque central, en donde podrán convivir estudiantes y la comunidad.
Serán 13 hectáreas de un espacio en donde, además del parque, habrá un gimnasio, alberca y espacios culturales, lo que se conoce ahora como un Wellness Center.
Fotografía: Mexsport