Domingo 10 de mayo de 2020

“El futbol da y quita”, es una frase que aplica casi a cualquier partido con poca justicia; pero hay impotencias que esas palabras no alcanzan a consolar.

Justo este lunes 11 de mayo se cumplen 16 años de la eliminación, a “la mala”, del Santos Laguna en la Copa Libertadores; en la casa del River Plate de Argentina, lo que en su momento se le conoció como el “Robo Monumental”.

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En ese 2004, en su primera participación en el máximo evento de clubes de la Conmebol, los Guerreros pretendían trascender. El equipo de La Laguna tuvo una aceptable primera fase, clasificó a Octavos como segundo de su grupo con 12 puntos, sólo uno menos que el líder Cruzeiro.

En el duelo de Ida, los Albiverdes perdieron en casa 1-0. Para la Vuelta los laguneros debían ganar por diferencia de dos goles en el Estadio Monumental, en Buenos Aires.

En el segundo partido, con golazo del Pity Altamirano en disparo desde fuera del área, Santos tomó ventaja a los 25 minutos. Matías Vuoso marcó el soñado 2-0 a los 49’. A 15 minutos del final, Marcelo Salas anotó para River y envió la definición de la llave a la serie de penaltis.

En los disparos desde los ONCE pasos, el equipo de la Banda Roja se fue adelante con gol de Marcelo Salas; Jared Borgetti empató por los Guerreros. Luego Cavenaghi y Pony Ruiz fallaron para mantener las cosas 1-1. Después vino lo bueno.

Cuando cobró Daniel Montenegro, Luchetti atajó el disparo, pero el árbitro Carlos Torres decretó que el guardameta lagunero se había adelantado. Esta situación no fue clara en la toma de TV, aparentemente el arquero de los laguneros permaneció sobre la raya, entonces no había VAR. El guardameta fue amonestado por esa acción, mientras que el capitán Jared Borgetti recibió la amarilla por desaprobar. Cabe señalar que el silbante paraguayo, ejecuciones atrás, le permitió arquero del equipo argentino, Germán Lux, moverse antes de los cobros.

Ya con Lucchetti amenazado con la expulsión, el Rolfi anotó el penalti para la ventaja de River.

Al final, una falla de Carlos Cariño y una definición exacta de Maxi López pusieron la tanda 4-2. El equipo argentino pasó a Cuartos de Final, luego en Semifinales fue eliminado por el archirrival Boca Juniors, en serie de penaltis.

"Nunca me habían robado así", fue la contundente declaración de Lucchetti. Esas palabras también reflejaron la impotencia de los seguidores laguneros.

Incluso un gran sector de la prensa mexicana se expresó en contra de esa “eliminación a la mala”. Entonces, los equipos mexicanos seguían pagando derecho de piso en el torneo de la Conmebol.

Fotografía: AP