Domingo 30 de marzo de 2025

Pasaron 220 días desde que Martín Demichelis dirigió su primer partido como entrenador de Rayados y en apenas 7 meses vivió lo que cualquier otro en 2 o 3 años en un club. Contra Xolos borró otra línea y el tanque de gas de la paciencia quedó en reserva. La cronología de un entrenador que vivió un sube y baja constante.

Hay que remitirse hasta los inicios, tras aquella salida de Fernando Ortiz post eliminación en Fase de Grupos de Leagues Cup. Demichelis fue el elegido por Tato Noriega y compañía y dirigió su primer encuentro frente a Xolos, como visitante, el viernes 23 de agosto. Fue 2-2 ante un conjunto que peleaba en la parte alta en ese entonces.

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Como casi toda su estadía, mantuvo altos y bajos, pero llegó al pico de euforia tras ganar dos Clásicos a Tigres dos meses después de haber llegado a Guadalupe. Fue un amistoso y el último que se jugó por Fase Regular, con un 4-2 recordado por el baile que le dio en gran parte del primer tiempo.

Ese fue el trampolín de Rayados, que entró enfilado a Liguilla y, sin brillar, se llevó puesto a Pumas en Cuartos (goleada incluida) y también a San Luis (otra goleada en la Vuelta).

Lucas Ocampos y su lesión dieron el primer mazazo y el América dio el otro. El final del 2024 no fue el esperado por los aficionados, tampoco por Demichelis, pero el equipo disputó nuevamente una Final luego de 5 años mirándolas por televisión.

Haber alcanzado el último partido fue contraproducente para el plantel, porque tuvo pocas vacaciones y el regreso a la actividad no fue óptimo. Tardó cinco fechas en ganar un partido y la afición empezó a ver de reojo al DT.

El mercado de pases le dio crédito y también agregó presión, ya que llegó una figura de talla mundial como Sergio Ramos, que se robó los reflectores por un buen tiempo y sacó al DT del ojo de la tormenta.

Su debut, con goles incluidos, disfrazó un poco la irregularidad de Rayados. Hasta que explotó todo con la eliminación en Torreón de la Concachampions. No solo por la instancia, en 8vos de Final, también por todo lo que incumbe haber cambiado la sede de Monterrey al TSM por un recital de Shakira.

Ahí llegó otro golpe. El crédito que le quedaba desapareció y la gente solo esperaba el comunicado de destitución. Los jugadores pidieron por él, dieron la cara en una cancha difícil como la de Pumas y la directiva recuperó la confianza en el entrenador.

Hasta que el sábado llegó un nuevo revés, con la misma dureza que la eliminación, por el contexto del rival y porque dejó al equipo complicado para poder acceder a la Liguilla de manera directa. Sí, en el único certamen que le quedó en el semestre.

La respuesta que se vio hace un par de semanas no apareció esta vez, como local y con el reencuentro con la gente en el Gigante, luego de 27 días sin verse las caras.

¿Fue el golpe de gracia? El calendario pinta más complicado que nunca y podría ser un arma de doble filo para el DT. Ganar y recuperar, o perder y agonizar.