MIÉRCOLES 08 MAYO, 2024

El Perfil Tigre

Lunes 29 de mayo de 2023

Tigres se sobrepuso a todo, incluso a sus propios pronósticos, y se llenó de gloria jugando al futbol, un detalle no menor teniendo en cuenta el sufrido torneo y los matices deportivos poco alentadores que dibujaron su camino.

Porque hay que tener mucha actitud, convicción y una mentalidad de hierro para salir del ostracismo y convertirse en campeón de la noche a la mañana. Tigres se sorprendió a sí mismo, pagó su propia deuda y demostró una inapelable capacidad de reacción cuando todo lo daban por muerto.

Pero… a Tigres nunca hay que subestimarlo. Está en su ADN reconvertirse en el aire. Su umbral del dolor es demasiado alto como para creer que un fracaso lo tumba. Lo demostró siempre, desde la época del descenso. Tigres siempre está, siempre vuelve.

Quizás haya logrado el título más significativo después del 10/12/2017 en el BBVA. Sin embargo, esta consagración se resumió en un espíritu combativo de altísima pureza. Fue distinta a aquella, aunque igual de estridente.

Tuvo un nivel de superación extraordinario que hizo polvo las estadísticas y las proyecciones. Tigres ganó con futbol, con hidalguía, con empuje, con elegancia, con la cabeza levantada y sin prejuicios.

No le importó cómo le fue en el torneo sino que sólo se atrevió a desafiarlo. Tuvo la oportunidad y fue letal. A Tigres nunca le dejen el candado semi abierto porque es muy probable que no cierre jamás.

Después del desplante de Cocca y del titubeante interinato de Chima Ruiz, llegó Siboldi con sus principios y una mirada muy básica, pero efectiva de ver el futbol.

El plantel se repuso a los cambios de DTs, a una Semifinal perdida y a un Repechaje. Pintaba para ser uno de sus peores torneos por contexto, pero Siboldi le devolvió el alma al cuerpo, con un discurso claro, contundente y con retoques posicionales fundamentales para potenciar un todo.

Le dio protagonismo a Córdova, desempolvó la clase de Carioca, resucitó futbolísticamente a Aquino, estimuló el temperamento de Pizarro y Guzmán, utilizó a Vigón y Gorriarán según la ocasión, tomó decisiones precisas, no se casó con nadie, operó siempre cuando el partido se lo pidió, reemplazó a Gignac cuando pudo y siempre fue al frente.

No le fue tan sencillo, pero Siboldi encontró la llave para hacer embonar a un equipo de calidad dispersa. El archi mediatizado “Perfil Tigre” ya no fue cuento, sino que se vio en la cancha. La épica en el Akron confirmó ese lema.

Siboldi se la jugó, creyó en el equipo y los jugadores creyeron en él. Así de simple para entender toda la película. Lo demás ya es cosa juzgada.

Twitter: @Mario_Sanchez1

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