El Clásico de la Liga

Martes 15 de octubre de 2024

El Clásico Regio es uno de los pocos partidos que mueven el amperímetro en una Liga MX cada vez más devaluada en la cancha y maltratada desde la organización.

Este duelo aún mantiene esa flama emotiva por el fervor de su gente, quizás la principal justificación para que el Clásico aún conserve su atracción, aunque los marcos muchas veces suelen ser más efectivos que los cuadros.

Rayados y Tigres llegan a este duelo con más deudas que certezas futbolísticas. Así y todo les alcanza para estar por encima del resto.

Esto habla de cómo está la Liga, con equipos limitadísimos en alcance, donde en cada jornada salen a pepenar puntos en aras de desquitar su presencia en un torneo al que a muchos ya les queda grande.

La Liga MX se debate entre lo que es y lo que quiere ser. Es una competencia de baja estatura que aspira a ser "buena". Los directivos creen que abriendo el mercado a extranjeros de segunda línea le dan nivel al torneo. Venden y se tragan su propia mentira, una práctica muy común que al final del día abona a la mediocridad.

Y, dentro de un contexto donde el público ya no quiere consumir basura y vacía los estadios, asoma el Clásico Regio como un oasis cargado de contenido mundano si los hay, rivalidad que se traslada a las plataformas y redes.

El futbol se ha desvanecido, pero en tierras regias el folklore sigue vigente, a su medida. Monterrey es la única plaza donde el público maquilla el pobre nivel que ofrece la Liga. De perdido, le pone ambiente y esto se diferencia del "futbol mudo" que se experimenta en otras ciudades.

Pedir que el Clásico sea mejor jugado es una exigencia legítima. De hecho, es un reclamo que se hace Rayados. A Demichelis aún no le es suficiente con lo poquito que obtuvo. Ni siquiera ganar el Clásico amistoso en San Antonio le dio un colchón de créditos.

En Rayados tiene más estilo el técnico que el equipo. Muchos nombres propios y pocas conclusiones en la cancha. Lo salva la Liga que es mala. Los puntos que tiene no coinciden con lo demostrado.

Tigres tampoco está muy lejos de Rayados en lo conceptual. Paunović ha fabricado una ensaladera donde permanentemente mezcla condimentos. No se decide por el sabor final. Entre tanta revoltura que hace, el futbol le es generoso.

Pero es lo que hay o "lo mejor" que hay en el mercado. Rayados y Tigres, incluso, con vaivenes y con un juego de mal gusto, siempre tienen un toque de calidad para ser distintos. Hasta ahora, es lo único que los mantiene vivos.