Más allá de las formas

18 - febrero - 2019

Entre Gignac y Funes Mori llevan casi 180 goles desde el 2015 a la fecha. No hay duda que estamos frente a dos tremendos centrodelanteros que desafían sus propios límites, incluso, con golazos que demuestran una refinada oferta de recursos.

Los dos hoy atraviesan momentos dulces. Rogelio está conectado a lo que procesa Rayados, pero también tiene la capacidad de resolver por su cuenta cuando el equipo no aparece.

El primer gol en Morelia, desde casi 40 metros, confirma su cuota de independencia y egoísmo que todo goleador debe tener dentro de la dependencia colectiva. Para eso está Funes Mori, para, entre otras cosas, corregir partidos desde el gol.

Rayados no jugó bien en Morelia. ¿Qué es no jugar bien? Cuando lo planeado no resulta y el equipo se siente incómodo frente a rivales que le modifican el plan. Cuando pierde estabilidad y las referencias, y queda expuesto a un escenario volátil.

En este contexto, Rayados se sintió vulnerable y le costó asumir el control de sus propios actos. Todo fue más reactivo, se quedó sin juego y rendido al pie de sus individualidades.

Charly Rodríguez, por ejemplo, ingresó para clarificar y fue clave en la remontada. Funes Mori, el otro ejemplo, fabricó el primer gol y estuvo ahí cuando le fabricaron el otro.

Rayados puede autorizarse partidos malos y ganar. Muchos equipos en el mundo lo hacen. La diferencia de estos equipos como el Monterrey es que cuando las complejidades son mayores de las habituales, tienen futbolistas de finas cualidades técnicas que te sacan a flote y sepultan las formas.

En Tigres, el sábado, pasó algo similar. Gignac y Valencia resolvieron -vía categoría- un partido que no le pertenecía del todo a su equipo. Necaxa fue un rival durísimo, de enorme altura táctica y con muchísimo amor propio que vendió carísima su derrota.

Tigres no es que jugó mal, sino que jugó como siempre, pero con el agravante de que, al no encontrar a un adversario en estado de sumisión, su control se evaporó.

Propuso un ritmo acelerado y Necaxa le jugó a ese nivel de velocidad. El peso se cargó sobre las áreas y aquí fue cuando las acciones de Gignac cotizaron a un valor inalcanzable.

Con Funes Mori y Gignac en estado puro, Rayados y Tigres, tienen un hándicap que no posee ningún otro equipo en la Liga, y aquí radica una porción importante del éxito de los equipos regios.